En una sorprendente manifestación de la naturaleza, las jacarandas están floreciendo de manera inusualmente temprana en la Ciudad de México (CDMX), captando la atención y asombro de sus habitantes. A pesar de estar en pleno invierno y faltar más de dos meses para la primavera, diversos puntos de la ciudad ya se visten de lila, tradicionalmente asociado a la llegada de esta estación.
El fenómeno, considerado excepcional, encuentra su explicación en las condiciones climáticas inusuales que la CDMX ha experimentado en los últimos días. Las temperaturas, lejos de ser típicas del invierno, han superado los 25 grados Celsius en máximas y no han descendido por debajo de los 10 grados en mínimas, creando un escenario más propio de la primavera que del invierno.
Este adelanto en el florecimiento de las jacarandas trae consigo reminiscencias del año anterior, cuando un fenómeno similar ocurrió unas semanas antes del solsticio de primavera. Sin embargo, la situación actual sugiere que el calor será aún más intenso este año, rompiendo posiblemente récords históricos.
La conexión entre este fenómeno y el cambio climático no pasa desapercibida. Muchos atribuyen la llegada prematura de las jacarandas a los patrones climáticos alterados que caracterizan la época actual, siendo el cambio climático uno de los principales riesgos a corto plazo para la humanidad.
Las jacarandas, originalmente importadas de Japón por Tatsugoro Matsumoto a principios del siglo pasado, se han convertido en un distintivo icónico de la megalópolis mexicana. Cabe destacar que estas plantas, que suelen florecer cada primavera y tener una segunda aparición en el otoño, podrían ver afectado su ciclo normal si el adelanto en la floración provoca la pérdida prematura de nutrientes, debilitando el florecimiento otoñal.