Los narradores deportivos comenzaron a llamarle a los porteros “cancerberos”, esto porque en la mitología griega, el cancerbero era el vigilante de la puerta que conecta el plano de los seres vivos con Hades.
El cancerbero, según la mitología griega, es un perro de tres cabezas con cola de serpientes, los ojos rojos que están iluminados por una luz natural, de sus colmillos se desprende un veneno negro y mortal.
Fue en un partido de fútbol llanero, en donde un pequeño perro se convirtió en el auténtico cancerbero del encuentro, ya que al momento de un penal que sería decisivo en el partido, el perro logró detener el tiro que lanzó el delantero del equipo rival.
Ante la mirada atónita del respetable, se cobró el penal y como si todo hubiera estado escrito por el destino, el perro que caminaba por el campo de fútbol, detuvo el gol, ya que el portero del equipo se había lanzado al otro lado de la portería.
¡Un perro aparece de repente y se para un penalti en una tanda!
Un perro que pasaba por allí se convirtió en el héroe de una tanda de penalti al detener un disparo cuando el lanzador ya había engañado completamente al portero. #Deporte #Futbol @alvaromenlon pic.twitter.com/jD33eemjBT— Sebas Maspons (@MaspiTV) November 19, 2018
El partido se llevó a cabo en Brasil, en donde se celebraba un torneo local, el perro afortunadamente no resultó herido y dejó una épica anécdota para todos los presentes.