Desde la rotonda del Capitolio, Trump prometió medidas contundentes en la frontera sur, contra los cárteles mexicanos, y en temas de género y diversidad.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, mantuvo firme su postura conservadora durante su primer discurso en la rotonda del Capitolio este lunes 20 de enero. En un evento que marcó su regreso a la Casa Blanca, Trump reiteró las promesas de su campaña, centrándose en medidas de seguridad en la frontera sur, la clasificación de los cárteles mexicanos como terroristas y la eliminación de programas federales que promueven la diversidad.
Trump insistió en que su administración devolverá la “ley y el orden”, prometiendo acabar con lo que calificó como “experimentos sociales” relacionados con la raza y el género. Durante su discurso, subrayó: “A partir de hoy, Estados Unidos reconocerá solo dos géneros: masculino y femenino”, y anunció la eliminación de políticas gubernamentales que, según él, promueven divisiones sociales basadas en la diversidad.
AFP reportó que un miembro de la Casa Blanca adelantó la próxima firma de una orden ejecutiva destinada a “defender a las mujeres” frente a lo que llamó “extremismo ideológico de género”. Este mismo miembro, cuya identidad no fue revelada, aseguró que se pondrá fin a cursos y programas sobre antirracismo y diversidad.
Las acciones propuestas por Trump también afectan a las personas transgénero. Durante su campaña, el presidente expresó su intención de excluir a las personas transgénero de las fuerzas armadas y sistemas educativos, así como impedir su participación en deportes. Estas medidas buscan revertir órdenes emitidas por su antecesor, Joe Biden.
Además, Trump anunció que restablecerá en servicio activo a los miembros de las Fuerzas Armadas que fueron expulsados por negarse a vacunarse contra el COVID-19, asegurando su reincorporación con paga retroactiva. Enfatizó que las fuerzas militares deben enfocarse en su misión primordial: derrotar a los enemigos de Estados Unidos.
Las decisiones de Trump, particularmente en temas de género y diversidad, reflejan un enfoque similar al de su primer mandato (2017-2021), cuando intentó definir el género como una condición biológica e inmutable, lo que afectaría a millones de estadounidenses que no se identifican con el género asignado al nacer.
El impacto de estas políticas promete ser profundo y ya está generando reacciones tanto a nivel nacional como internacional.