Las jóvenes grabaron un video con filtros de payaso mientras una paciente gritaba de dolor; el Instituto Mexicano del Seguro Social condenó los hechos y abrió una investigación.
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) inició una investigación contra dos médicas internas de pregrado del Hospital General de Zona No. 2 de Irapuato, en Guanajuato, luego de que se difundiera en redes sociales un video en el que ambas se burlan de una paciente hospitalizada que gritaba de dolor.
En las imágenes, que rápidamente se volvieron virales, las jóvenes aparecen riendo y utilizando filtros de payaso, mientras al fondo se escuchan los gemidos de dolor de una mujer internada, quien fue grabada sin su consentimiento durante un momento de evidente vulnerabilidad.
El clip, compartido inicialmente en TikTok y X (antes Twitter), desató una ola de indignación entre los usuarios, quienes exigieron sanciones ejemplares contra las responsables.
Entre los comentarios que circularon en redes sociales, destacaron los mensajes de molestia y desaprobación:
- “Esas son las personas que deberían trabajar en un circo, no en un hospital.”
- “No tienen respeto ni empatía por el sufrimiento ajeno.”
- “¿Qué clase de vocación médica es esta?”
Ante la polémica, el IMSS emitió un comunicado oficial, en el que calificó la conducta de las médicas como contraria a los principios de respeto, ética y profesionalismo que rigen el servicio público y la atención médica.
“El Instituto reprueba categóricamente cualquier conducta contraria a los principios de respeto, ética y profesionalismo que rigen el servicio público y la atención médica”, señaló el comunicado.
El organismo precisó que las médicas no representan los valores institucionales y que ya se inició un proceso de investigación interna para deslindar responsabilidades y aplicar las sanciones correspondientes.
Por su parte, el IMSS Guanajuato subrayó que las acciones mostradas en el video no reflejan el compromiso del personal médico con la atención digna y humanitaria que debe brindarse a los pacientes.
El caso ha reavivado el debate sobre la ética profesional en el sector salud y el uso irresponsable de redes sociales por parte de personal médico y estudiantes, al poner en riesgo la privacidad y el respeto hacia los pacientes dentro de las instituciones públicas.




