Armando Corona Arvizu recula luego del rechazo en redes sociales y asegura que su propuesta solo buscará proteger a sectores vulnerables ante el uso indebido de inteligencia artificial.
El diputado federal Armando Corona Arvizu, integrante de Morena, ofreció una disculpa pública tras la fuerte polémica que desató su iniciativa de ley conocida en redes sociales como la “Ley antimemes”, la cual proponía sancionar con penas de cárcel a quienes crearan o difundieran contenidos digitales —incluidos memes generados con inteligencia artificial (IA)— que ridiculizaran o dañaran la reputación de una persona.
La propuesta del legislador buscaba reformar el Código Penal Federal para castigar el uso de IA en la creación de imágenes, audios o videos que atentaran contra la dignidad o integridad de las personas. Sin embargo, la iniciativa generó un rechazo masivo en redes sociales, principalmente por incluir a servidores públicos como posibles víctimas, lo que fue interpretado como un intento de restringir la libertad de expresión y la sátira política.
Tras las críticas, Corona Arvizu difundió un mensaje en el que reconoció el malestar ciudadano y aseguró que su intención “nunca fue censurar” el derecho de los mexicanos a expresarse libremente. “Les pido una disculpa a quienes ofendí o preocuparon porque pensaban que la libre expresión se iba a cortar. Hoy les digo: no se preocupen, vamos a velar por ello”, declaró.
El diputado anunció además que modificará la propuesta para excluir a los funcionarios públicos y centrar la protección únicamente en sectores vulnerables, como mujeres, niñas, niños, adolescentes, adultos mayores y personas con discapacidad.
Aun así, la controversia no disminuyó. Usuarios de redes sociales mantuvieron el debate sobre los riesgos de una regulación ambigua que podría abrir la puerta a la censura digital. Incluso, tras el alud de críticas y burlas, el legislador cerró al público sus cuentas personales en redes sociales.
El episodio deja en evidencia la tensión existente entre la necesidad de regular el uso ético de la inteligencia artificial y la defensa del humor, la crítica y la creatividad digital, elementos centrales en el debate contemporáneo sobre los límites de la libertad en internet.